Descripción
QUIERO IR CONTIGO A VISITAR TU OSCURIDAD…
“El amor incondicional de una nieta hacia su abuela”
El alzhéimer borra la memoria, no los sentimientos, y así es cuando uno ama incondicionalmente: no hay obstáculo alguno que pudiese interferir entre nosotras. Aunque tú no me recuerdes y estés en un mundo oscuro, encerrada en tu propio silencio, batallando, quizás gritando sin poder escucharte. Para poder socorrerte quiero que sepas que estoy aquí tomando de tu mano, cantándote al oído, abrazándote tan fuerte que quisiera que volvieras. Te necesito, te extraño. ¿En dónde andas, amada mía? Dame un abrazo, un consejo o solamente una entretenida conversación con una taza de té, como lo solíamos hacer. Esos maravillosos momentos en donde acariciabas mi pelo y solías decir que todo estaría bien, reconfortando mi alma para poder avanzar.
Son tantos recuerdos, que quisiera plasmarlos todos y contarles cómo ha sido esta terrible tarea de lidiar con una enfermedad silenciosa y progresiva. No me refiero al cáncer ni al sida, sino que, bajo mi punto de vista, algo mucho peor que eso: el alzhéimer, un tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta que son tan graves que interfieren con las tareas cotidianas. Así actúa esta enfermedad, es como si te arrebataran la memoria, sumergiendo al paciente en un mundo inerte, oscuro y vacío.
Quiero ir contigo a visitar tu oscuridad.
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